Una mujer va caminando por la calle. Su cabello recoge la luz de una manera que lo hace lucir magnífico. Sin darte cuenta, te pones a observarla con un ojo clínico. Esa sensación extraña que sientes es lo que es comúnmente llamado envidia por los rayitos. Los rayitos pueden ser mágicos y lograr ofrecer una impresión imponente. Pero, a diferencia de un simple cambio de color, los rayitos pueden ser difíciles de aplicar y pueden requerir atención cuidadosa por el matiz y el tono de tu pelo.

El éxito de los rayitos también depende de la salud y de la textura de tu cabello, la cantidad de tiempo que los productos químicos permanecen y el número de rayitos que deseas. Le pedimos a dos coloristas expertas de Nueva York, Valerie Ahms, del Arté Salon; y Carmen Rossi, de Kim Lépine Salon, que nos brinden sus consejos más importantes sobre la mejor manera de alcanzar esa elegancia llamativa de los rayitos, bien sea en la casa o en un salón.

Los rayitos en casa

La mayoría de los estilistas concuerdan en señalar que teñirte el cabello totalmente en casa es mucho más fácil que pintarte rayitos. Por tanto, que seas buena tiñéndote el cabello en casa no significa que serás exitosa con los rayitos. De hecho, los rayitos pueden ser tan difíciles, que casi todos sugieren que vayas a un salón. (Comúnmente, los rayitos en casa pueden resultar demasiado amarillentos o decolorados). Sin embargo, si eliges intentar los rayitos en casa, sigue estos consejos:

Antes de comenzar, utiliza un buen acondicionador de manera que no maltrates las puntas.

Cerciórate de dejar siempre la solución de los rayitos en tiempos cortos, en vez de prolongados, dice Carmen. Dejar los productos químicos en tu cabello por mucho tiempo puede dañar tu cabello. Ella explica que una buena medida es treinta minutos y recomienda seguir las instrucciones que encontrarás en la caja.

Pide a una amiga que te ayude a aplicar el color para que puedas tener una vista frontal y posterior.

Asegúrate que los químicos decolorantes tengan la consistencia correcta. Si la mezcla es demasiado fina y el decolorante corre, no podrás controlar dónde pintas los rayitos. Si es demasiado espeso, el decolorante no se aplicará bien ni se esparcirá dónde se necesita.

El pelo rizado es un poco más trabajoso. Si tu pelo es rizado, sécatelo y alísatelo en casa antes de comenzar a aplicar los rayitos para hacerlo más fácil. Es muy fácil equivocarse con el pelo rizado, bien aplicando los rayitos de manera desigual o bien aplicándolos solamente en las capas superiores y olvidándote de las capas inferiores.

Asegúrate de utilizar los productos adecuados, y de permanecer siempre uno o dos tonos por debajo de tu color natural. Si los rayitos resultan muy claros, el resultado final suele lucir mejor y en caso de ser necesario, pueden ser corregidos fácilmente.

Rayitos en un salón

Ambas estilistas concuerdan que dado que los rayitos son un desafío, hacértelos en un salón debe ser tu primera opción, siempre que puedes pagarlos. Hay otras buenas razones para optar por rayitos en un salón: si estás embarazada, has tratado tu cabello químicamente o tienes pelo negro y quieres teñírtelo rubio.

Si realmente tienes el pelo oscuro, tu colorista puede evitar el peligro de que aparezcan tonos anaranjados. Después de que te decolora el pelo, puede agregar el toner exacto permitiendo que los rayitos se mezclen mejor con tu cabello natural, pero que también combinen con el tono de tu piel.

Si tienes una ondulación permanente o te alisaste el pelo, tu pelo estará extraordinariamente poroso y absorberá el color irregularmente. En ese caso, tu colorista puede utilizar un color semipermanente. Si te han aplicado un proceso químico recientemente, ambas expertas están de acuerdo en esperar una a dos semanas antes de teñir tu cabello.

"Si estás embarazada, el color semipermanente es el más moderado y debe ser tu mejor opción", dice Carmen. A diferencia del tinte permanente, los matices del semipermanente no se elevarán a rubio, pero te ofrecerán un color agradable resaltante. Al mismo tiempo, tu cabello obtendrá cuerpo y brillo adicional.